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La prosa ascético-mística de San Alonso de Orozco

  Nome do Autor: Fidel García Martínez

fgam0007@igijon.com

Palavras-chave: Persuasão emotiva - romance castelhano - experiência ascético e mística

Minicurrículo: Licenciado em Teologia, Doutor em Filologia Românica (Espanhol), Catedrático de Língua e Literatura.

Resumo: O presente artigo, simples, pretende ser uma breve aproximação ao estudo da prosa do novo santo Alonso de Orozco, autor da escola agustiniana e um dos principais defensores do uso do romance castellano, para a exposição de temas graves e delicados como era a experiência ascético-mística. Pretendi selecionar alguns textos de sua obra VERGEL DE ORACIÓN e aplicar alguns preceitos da retórica clássica: os três estilo llano, moderado y sublime; a estrutura do periodo oratorio baseado no paralelismo; as figuras retóricas próprias do estilo sublime-exclamación e interrogación, as mais oportunas para ol gênero expositivo do soliloquio. Além do mais colocquei  inclusive como utiliza em alguns casos la rima para dar armonía à expresão dos sentimentos.

Resumen: El presente artículo,  sencillo, pretende ser una breve aproximación al estudio de la prosa del nuevo santo Alonso de Orozco, autor de la escuela agustiniana y uno de los principales defensores del uso del romance castellano para la exposición de temas graves y delicados como eran la experiencia ascético-mística. He pretendido seleccionar algunos textos de su obra VERGEL DE ORACIÓN y aplicarles algunos preceptos de la retórica clásica: los tres estilo llano, moderado y sublime; la estructura del periodo oratorio basado en el paralelismo; las figuras retóricas propias del estilo sublime-exclamación e interrogación, las más oportunas para el género expositivo del soliloquio. Además  he puesto cómo incluso utiliza en algunos casos la rima para dar armonía a la expresión de los sentimientos.

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           La reciente y solemne canonización de San Alonso de Orozco, ha revitalizado su persona, su santidad extraordinaria y su grandeza literaria que han hecho de. este agustino una figura eclesiástica y literaria de alcance universal.

No ha existido en ninguna nación culta del Mundo una literatura tan excelente y magnífica como la ascético-mística española  Sólo por leer a San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, Fray Luis de León, Fray Luis de Granada, San Ignacio de Loyola, Malón de Chaide o San Alfonso de Orozco, por no citar sino alguno de los autores más representativos merece la pena estudiar la Lengua y la Literatura Hispánicas. 

La horrible e injusta leyenda negra contra todo lo español, que durante siglos ha tratado de negar la evidencia, no ha podido nada contra los grandes escritores místicos españoles. No faltan mentes enfermizas, especialmente en psicología y en psiquiatría que aún intentan explicar con teorías tan ridículas, como trasnochadas las experiencias  místicas de Santa Teresa. Sin duda alguna en su pecado de orgullo y vanidad llevan la penitencia de la petulancia y de la ignorancia 

DATOS BIOGRÁFICOS  

Alonso de Orozco nació en 1500 en Oropesa. Recibió una completa formación humanística desde su más tierna infancia. Actuó como seise (niño de coro seis generalmente que vestido lujosamente con traje de seda azul y blanca tocaban y bailaban en la catedral de Toledo), estudió posteriormente en Salamanca y tomó el hábito de la Orden de San Agustín de manos de Santo Tomás de Villanueva.

Por sus grandes dotes oratorias y su excelente preparación teológico-espiritual fue nombrado predicador de Carlos V primero y después de Felipe II Su prudencia y capacidad lo convirtieron en consejero de toda clase de personas de todos los estados y clases sociales. Dedicado a la predicación y a la visita de enfermos tuvo tiempo para dejar hermosos y profundos tratados espirituales. 

San Alonso de Orozco fue un sacerdote popular y para el pueblo, escribió sus grandes obras más de 60 en un estilo sencillo, sin trastornar la retórica que de diría Santa Teresa. Frente a los puristas  y escritores más intelectualizados de su época, escribió en romance, con lo que inició la reivindicación del castellano para expresar y exponer las materias graves. Lamentaba profundamente el desdén y el abandono del romance castellano de influencia toledano por parte de los escritores más sofisticados. 

En un tiempo en que la milagrería era especialmente reclamada en ciertos ambientes populares, San Alonso de Orozco escribía en su obra VICTORIA DEL MUNDO: “Dios no quiere que ahora se den milagros, porque no son necesarios; lo que quiere son cristianos humildes pacientes y llenos de amor, para que la vida perfecta de una cristiano es un continuo milagro aquí en la tierra.” 

Murió el año de 1591- sorprendente coincidencia porque fue el mismo año de la muerte de San Juan de la Cruz y de Fray Luis de León. Hoy 411 años después su estela luminosa santa y literaria continúa brillando en el glorioso firmamento de la Iglesia y de la Literatura

SAN ALONSO DE OROZCO ESCRITOR MÍSTICO

Se puede afirmar con total exactitud que la gran literatura ascético-místico española tiene sus inicios con  San Alonso, aun cuando se ha admitido que sería con el AUDI, FILIA, de san Juan de Ávila el momento en el que se iniciaría el gran mar de la mística española con sus diferentes escuelas y tendencias esencialmente idénticas todas pero con matices que le dan una riqueza y variación aún más grande.

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LA MÍSTICA AGUSTINIANA

Por motivos puramente analíticos suelen los estudios dividir la literatura mística en diferentes escuelas, diferenciadas por matices más bien secundarios. Así se habla Mística carmelitana, franciscana, jesuítica, dominicana y agustiniana.

            Tomando con la prudencia necesaria esta división de las escuelas místicas que se fundaría en la preeminencia de una facultad anímica- entendimiento y/o voluntad, sobre las demás la mística de San Alonso de Orozco se integraría de lleno en la escuela agustiniana, cuya característica más relevante sería:

-el predominio de los aspectos volitivos (voluntad), lo que da al amor un lugar preeminente en la actividad espiritual, postergando los aspectos más intelectuales y racionales.

Esta escuela mística tanto en cuando a la forma como en el fondo hunde sus raíces en el Padre Fundador de la orden San Agustín de Hipona, quien transmitió a sus hijos una espiritualidad en el que tanto los elementos intelectuales como los afectivos juegan un papel equilibrado e importante, aunque los primeros están claramente supeditados a les segundos.

            Además San Agustín en su célebre libro cuarto de su obra retórica por excelencia DE DOCTRINA CRISTIANA, con clara inspiración ciceroniana puso los fundamentos de la escuela agustiniana. San Agustín con tanta ironía como agudeza arremete contra todos aquellos timoratos cristianos que consideran irrelevante e incluso pernicioso el uso de la retórica por parte del orador o del escritor cristiano. Aquí radica precisamente la importancia que los escritores agustinos dieron al buen decir y escribir, notas que distinguen también al estilo literario de San Alonso de Orozco y que Fray Luis de León plasmó en el prólogo a Los Nombres de Cristo.

LA PROSA RETÓRICA DE SAN ALONSO DE OROZCO

La prosa retórica del S.XVI.- La gran tradición retórica greco-latina tuvo una marcada influencia durante todo el Siglo XVI, especialmente entre los autores ascéticos y místicos.

La gran tradición clásica se mantuvo vigente en Occidente gracias a los Padres de la Iglesia, tanto orientales como occidentales. Entre estos últimos destacan principalmente San Jerónimo y San Agustín, quien ocupan lugares eminentes entre los grandes escritores y oradores de la cultura occidental literaria, sólo la ignorancia y/o el sectarismo pueden poner velos a tanta grandeza. Fue, sin embargo, San Agustín, el más fiel continuador de esta tradición retórica y quien mejor supo acomodar las orientaciones de los grandes preceptistas, Cicerón y  Quintiliano a la predicación cristiana y al comentario teológico-escriturísticos de los textos bíblicos especialmente a las epístolas de San Pablo, de quien Agustín es su más cualificado y estilística comentador.

 San Agustín un ciceroniano en sus fuentes dejo un eficaz y profundo tratado de retórica en su obra DE DOCTRINA CRISTIANA, especialmente consideración merece desde una perspectiva práctica y ejemplificadora el libro IV, en el que aplica a los textos de San Pablo de manera rigurosa y modélica los preceptos retóricos.

           La Retórica. durante la Edad Media ocupaba un lugar eminente no como disciplina autónoma sino como parte de la Filosofía y como ésta era un auxiliar-ancilla- tanto de la Teología como del comentario de las Sagradas Escrituras, tal como había sido concebido por el autor de la Civitas Dei.

           Durante el S.XVI  en España la retórica se vio afectada por la dura polémica entre retóricos y antirretóricos; entre rasmistas  y ciceronianos. Los primeros, partiendo de una concepción puramente formalista de la retórica la rechazaban por inútil y vacua, fustigando duramente el mimetismo de los seguidores tanto de Aristóteles como de Cicerón. Los segundos en su deseo de elevar la dignidad del romance castellano y equipararlo en dignidad del latín se sirvieron para este fin precisamente de los preceptos de los tratadistas. Importancia singular en este objetivo tuvieron los agustinos, uno de cuyos más representante  fue San Alonso de Orozco. Con Fray Luis de León esta utilización del romance castellano para exponer materias nobles como eran los cometarios cristológicos llegan a su máxima expresión. En este sentido escribe:

 

Y de estos son los que dicen que no hablo en romance

porque no hablo desatadamente y sin orden porque en las palabras concierto y las escojo y les doy su lugar porque piensan que hablar romance es hablar como habla el vulgo (...) y negocio que de palabras que todos hablan elige las que convienen y mira el sonido de ellas, y las compone, para que no solamente digan con claridad lo que se pretende decir, sino también con armonía y dulzura(.....) El cual camino quise yo abrir no por as presunción que tengo de mí, que sé bien la pequeñez de mis fuerzas, sino para que los que vienen se animen a tratar de aquí en adelante su lengua como los sabios y elocuentes pasados, cuyas obra por tantos siglos viven, trataron los suyas y, para que la igualen en esta parte que le falta con las lenguas mejores (el subrayado es mío)

 

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EL ESTILO LITERARIO DE SAN ALFONSO DE OROZCO

San Alonso de Orozco educado en la más pura tradición agustiniana, sigue en sus escritos de forma libre y espontánea las pautas de marcadas por su Santo Fundador en el Libro IV  DE DOCTRINA CHRISTIANA.

            Distingue tres estilos, genera locutionis,  según los fines que se proponga el orador  y el predicador cristiano: enseñar (docere) deleitar (delectare) apasionar (movere).Así cuando el orador-escritor pretendía enseñar, demostrar utilizaba el estilo humilde (sumissum), cuando tenía como meta enseñar deleitando o simplemente agradar a los oyentes o exponer materias nobles y elevadas utilizaba el templado o moderado. Cuando el orador y el predicador pretendía conmover y provocar en el auditorio se sirve del estilo sublime (sublimis).

 

            Comentado estos tres estilos escribe San Agustín:

 

“A estas cosas de enseñar, deleitar y mover parece quiso referirse el

mismo maestro de la elocuencia (Cicerón) cuando en el mismo lugar dijo “aquel será elocuente quien pudiera decir las cosas pequeñas con sencillez, las medianas con moderación y la grandes con sublimidad

Lo cual es como si untara a estos tres preceptos aquellos tres oficios

y de esta suerte expusiera una única sentencia diciendo será elocuente aquel que para enseñar pueda decir las cosas pequeñas con sencillez, para deleitar diga las cosas medianas con moderación y para mover, exponga las grandes con grandilocuencia”  (San Agustín De Doctrina.)

 

Resumiendo la teoría retórica de los tres estilos concluye:

 

El orador en su mismo sermón ha de querer agradar más con la doctrina que con las palabras, y ha de juzgar que sólo habla mejor cuando dice la verdad, sin consentir que el orador sea un simple lacayo de la palabra (....)¿Qué es pues hablar, hablar no sólo con elocuencia, sino también, con sabiduría, sino emplear palabras adecuadas en el estilo llano, brillantes en el moderado y vehementes en el sublime, pero aplicadas siempre a cosas verdaderas que convengan ser oídas? El que no pueda las dos cosas  diga con sabiduría, antes que decir con elocuencia lo que no dice sabiamente”

 

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LOS TRES ESTILOS EN LA PROSA DE SAN ALONSO DE OROZCO.

Vamos a intentar ofrecer unos ejemplos en los que se puede observar cómo utiliza en sus escritos las recomendaciones retóricas de su Padre y Fundador. Estos ejemplos están tomados de su obra VERGEL DE ORACIÓN.

Se trata de soliloquios  con los que comenta el PADRE NUESTRO”. En cuanto tales los soliloquios son desahogos amoroso doctrinales, cuya finalidad es provocar en el receptor-lector actos de alabanza, arrepentimiento y admiración. No son pues reflexiones teológicas abstractas, ni simples comentarios escriturísticos. Son además ejemplos en la que se puede observar una de las características más acusadas de las escuelas mística agustiniana: la afectividad emotiva y el predominio de la voluntad sobre los aspectos más intelectuales.

 

            SOLILOQUIO PRIMERO: “PADRE NUESTRO QUE EN LOS CIELOS ESTÁIS”

Padre nuestro que está en el cielo. Padre celestial, Dios y Señor mío. Padre dos veces Padre, pues de la nada me creasteis, como hechura que soy de vuestras poderosas manos, dándome vuestra imagen y similitud, según en tan pequeño ser pudo ser dibujado, haciéndome capaz de vuestras misericordias y gloria para que entrase en la herencia del cielo y gozase de la beatífica visión de tan omnipotente Señor y Padre”.

 

Se observa en este texto un claro predominio del estilo sencillo llano, por cuanto quiere su autor comunicar una gran verdad teológica y vivencial. La Paternidad Divina con todo lo que esto supone de heredad y visión beatífica.

Una vez que de forma casi natural ha comunicado una verdad tan consoladora, es utiliza el estilo sublime  basados en las figuras retóricas de la exclamación y la interrogación expresión insuficiente de lo que debe significar la Paternidad  Divina en la vida del cristiano:

 

¡OH ánima mía! En diciendo esta palabra, Padre, se te habían de mover las entrañas con amor tierno y afervorado para con gran confianza pedir misericordia a tan poderoso Señor! ¿Qué mujer hay que se olvide del hijo que parió con tanto dolor?...

¡Oh Señor, yo no desesperaré aunque más mis pecados me amenacen!

 

SOLILOQUIO: SEA SANTIFICADO VUESTRO NOMBRE

 

En otros momentos es estilo sublime se conforma en torno al paralelismo que confiere el periodo oratorio un dinamismo anafórico, concluyendo con cláusulas rítmicas y rimadas:

 

         “¿¿Cuántos soberbios le escupen el rostro, cuántos avarientos le desnudan las vestiduras a su pobres, cuántos lujuriosos le azotan a la columna y dan los clavos de la cruz, regalando su maldita carne con deleites? Por cuyo remedio la carne del inocente fue llagada y en la cruz con clavos lastimada.

Esta estructura paralelística del periodo oratorio es la más frecuente, con claro predominio del estilo llano y sencilla más apto para exponer la doctrina. Se evita la complejidad retórica del lenguaje figurado y se prescinde de los aspectos más efusivos y propios del soliloquio:

 

SOLILOQUIO TERCERO: VENGA A NOSOTROS TU REINO.

 

            Primero demandamos lo que primero debemos desear, cuales leales hijos:

            que sea santificado vuestro nombre santo y admirable

            que sea conocido y declarado a todos los hombres

que mis vidas y obras sean santas para que todos

            glorifiquen a vos, Padre que moráis en los cielos.  

 

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CONCLUSIÓN

Esta breve incursión en la prosa extraordinaria tiene doble finalidad. por una parte rescatar del olvido a un santo y escritor extraordinario, como es San Alfonso de Orozco y por otra llamar la atención de los jóvenes hispanistas para que en sus investigaciones tengan  muy en cuanta ese filón único que es la prosa retórica de los grandes autores ascético-místicos, aunque como diría la Madre Tersa sean estos tiempos recios para la calidad y la excelencia católica.

 

BIBLIOGRAFÍA:

 

I SAN ALONSO DE OROZCO

 

IGNACIO. MONASTERIO, Místicos agustinos españoles,  Madrid, 1952.

TOMÁS CÁMARA, Vida Y escritos del B. Alonso de Orozco, Valladolid, 1882.

 

II OBRAS

FÉLIX  GARCÍA, Obras completas de fray Luis de León, 2vols., 4ªed., Madrid 1967

GARCÍA MARTÍNEZ. F. Llama de amor viva.:Un modelo de prosa retórica. Tesis doctoral (inédita)  Universidad de Oviedo 1996.

MOLINER, J. M. Historia de la literatura mística española, Burgos, El Monte Carmelo,1961

MURPHY, J La retórica en la Edad Media. Historia de la teoría retórica desde San Agustín hasta el Renacimiento. México, Fondo de Cultura Económica,1986.

SAN AGUSTÍN  De Doctrina Cristiana, (Libro IV). BAC, Madrid, 1971.

 

Sobre o autor:
Fidel García Martínez
E-mail: fgam0007@igijon.com
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Sobre o texto:
Texto inserido na revista Hispanista no 10
Informações bibliográficas:
MARTÍNEZ, Fidel García.
La prosa ascético-mística de San Alonso de Orozco. In: Hispanista, n. 10. [Internet] http://www.hispanista.com.br/revista/artigo01.htm 
 

 

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