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EL SÍMBOLO ELEMENTO NUCLEAR EN LA PROSA RETÓRICA DE SANJUÁN DE LA CRUZ LLAMA DE AMOR VIVA

Nombre del Autor: Fidel García Martínez

fgam0007@igijon.com

Palabras-clave: símbolo - sistema místico-teológico - sobrenatural

Minicurrículo: Licenciado en Teología, Doctor en Filología Románica (Español), Catedrático de Lengua y Literatura.

Resumo: O presente artigo tem por finalidade analisar o valor do símbolo na prosa retórica de San Juan de la Cruz em LLama. Tradicionalmente a prosa de San Juan de la Cruz tem sido marginalizada da preferência dos estudiosos, capitalizando o interesse dos mesmos pela lírica de San Juan de la Cruz, que é, sem dúvida, universal.  Toda a prosa de Llama, obra síntese do sistema místico-teológico sanjuanista, se organiza estilística e retoricamente em torno ao símbolo, elemento nuclear do ornamento. O símbolo sanjuanista com sua semântica e retórica  baseadas na analogia  e com sua capacidade sugestiva, inovadora e aberta a plurais e complementares leituras permite que a experiência mística, por si mesma inenarrável pode ser comunicada. Os símbolos de Llama de Amor Viva abrem possibilidades surpreendentes para a racionalidade lógica fundamentada na denotação. Mas o símbolo supera também a simples dimensão retórico-estilística e se adentra no mundo sobrenatural da experiência mística, porque, como escreve San Juan de la Cruz, no prólogo de Llama: "Y en este encendido grado se ha de entender que habla el alma aquí, ya tan transformada y calificada interiormente en fuego de amor, que no sólo está unida en este fuego, sino que hace ya viva llama en ella. Y ella así lo siente y así lo dice en estas canciones con íntima y delicada dulzura de amor......" 

 Resumen: El presente artículo tiene como finalidad analizar el valor del símbolo en la prosa retórica de San Juan de la Cruz en Llama. Tradicionalmente la prosa de San Juan de la Cruz ha sido marginada de las preferencias de los estudiosos, capitalizando el interés de los mismos  la lírica de la que  es, sin duda, una de las cimas universales. Toda la prosa de Llama, obra síntesis del sistema místico-teológico sanjuanista,  se organiza estilística y retóricamente en torno al símbolo, elemento nuclear del ornatus. El símbolo sanjuanista con su plus semántico y retórico basado en la analogía y con su capacidad sugeridora,innovadora y abierta a plurales y complementarias lecturas, permita que la experiencia mística per se inefable pueda ser comunicada. Los símbolos de Llama de Amor Viva abren posibilidades insospechadas para la racionalidad lógica fundamentada en la denotación. Pero el símbolo supera también la simple dimensión retórico-estilística y se adentra en el mundo sobrenatural de la experiencia mística, porque como escribe San Juan de la Cruz en el prólogo de Llama: "Y en este encendido grado se ha de entender que habla el alma aquí, ya tan transformada y calificada interiormente en fuego de amor, que no sólo está unida en este fuego, sino que hace ya viva llama en ella. Y ella así lo siente y así lo dice en estas canciones con íntima y delicada dulzura de amor......" 

            

            La obra de San Juan de la Cruz, especialmente Llama de Amor Viva se presentan de forma excepcional como un hábeas único para el análisis del símbolo en su Doble dimensión retórico-teológica.

            Algunos autores como el gran hispanista H. Haztfeld han estudiado la relaciones directos y las equivalencias entre el simbolismo de San Juan de Cruz y algunos autores representativos de la moderna corriente simbolista, especialmente P. Valery, así el ilustra hispanista escribe:

                                    Valery no parece desconocer completamente la presencia
                                    de la implicaciones ascético-místicas tan descollantes en
                                    San Juan de la Cruz. Y así habla de un sabio contrapunto en
                                    la melodía sagrada de la Noche Oscura que trenza un sistema
                                    de disciplina interna en torno a ella. Ensalza el pensamiento
                                    abstracto del Santo español en materias religiosas, que hace 
                                    a la religión como tal más pura, para Valery la principal 
                                    perfección de los poemas de San Juan de La Cruz radica en la
                                    autoeliminación del autor que diluye y borra su personalidad.

                                    (HATZFELD,1970, p.(325)

            En relación con el análisis del simbolismo sanjuanista la investigación teológica sigue las pautas marcadas por J. Baruzi, eliminando o paliando los matices claramente racionalista que este benemérito autor había impreso a sus estudios.
            El presente trabajo, pretende ser una aproximación al simbolismo de San Juan d de la Cruz en Llama de Amor Viva y se centra en un matiz diferenciador, pretendemos analizar algunos símbolos de Llama desde una visión de conjunto centrada en los aspectos retórico-literarios. El símbolo como elemento del ornatus retórico ocupa un clave en toda la prosa de Llama y en torno a él se configura una de las más prosas más originales de todo el Siglo de Oro Español
            Llama de Amor Viva es una de las obras más significativos de la literatura española ascético-mística. Es plenamente simbólica y gracias al símbolo adquiere el carácter de obra plurisignificativa y abierta a posibles lecturas complementarias, respetando siempre la interpretación genuina que el autor quiso darle en su explanación teológica, mística y literaria.

            EL SÍMBOLO SANJUANISTA MÁS ALLÁ DE LA NOCHE
 

            Tradicionalmente se ha considerado la NOCHE, como el símbolo más genuinamente sanjuanista y no faltan quienes han visto en él la explicación última de toda la mística del Reformador del Carmelo. Esta tesis fue defendida por J. Baruzi y son muchos los continuadores de este benemérito sanjuanista, quien desde postulados racionalistas, difícilmente compatibles con el verdadero significado de la Teología Mística Carmelitana, abrió, sin embargo, nuevos cauces en el estudio de las fuentes que inspiraron al Doctor  Místico. En esta dimisión nocturna de la simbología  del autor de Llama de Amor Viva ha insistido María Jesús Moncho Duque, quien en su importante y completo estudio El símbolo de la Noche en san Juan de la Cruz. Estudio léxico-semántico  afirma interpretando toda la mística en función de la NOCHE:

           

                        En llama poema, que desarrolla uno de los polos antitéticos
                        de la Noche, aparece una alusión a esos estadios penumbrosos
                        precedentes, así en la estrofa: “las profundas cavernas del sentido
                        que estaba oscuro y ciego….” Pues bien, en la declaración o 
                        comentario de estas canciones, eminentemente luminosos, existe una
                        serie de digresiones que se relacionan con estadios anteriores ya
                        tratados. Destacan especialmente Ll., 18-26, referente al verso,
                        “pues ya no eres esquiva” y Ll 2.23-31, referente al verso: “las
                        profundas cavernas del sentido” y Ll. 3,70-75, relativa al verso
                        “Que estaba oscura y ciego “ (      ) Es curioso advertir que ni 
                        una sola vez da el nombre de “noche” a esta purificación, a pesar
                        de que la doctrina coincida literalmente en Noche acerca de la
                        misma realidad donde la denominación es corriente. Es decir, la
                        concepción del símbolo es uno de los puntales básicas sobre los que
                        se cimienta el sistema sanjuanista, tanto poético como doctrinal.
                        El Santo manifiesta una preferencia marcada por él, por lo que
                        Vuelve y repite los mismos conceptos desde perspectivas
                        Diferentes, aclarando precisiones, matices que dibujen 
                        Y transparenten nítidamente la importancia y peculiaridad
                        de su aportación más genuina  ( el subrayado es mío). La 
                        reiteración amorosamente machacona en sus escritos particulares, 
                        la trascendencia de este símbolo que si no es el exclusivo, sí es
                        el más personal y al que el Santo dedicó atención

                        (MONCHO DUQUE, 1982, p.47ss.)

 Creemos que estas afirmaciones adolecen de cierta parcialidad, sin duda entusiasta hacia la obra sanjuanista, pero presentan unas limitaciones claras en la interpretación global de las pautas esenciales de la obra del Doctor Místico, que se pueden sintetizar así:

-Es evidente que el símbolo noche con todas sus connotaciones de negatividad, privación y purificación es un elemento clave en todo el proceso místico en sus estadios de purgación iluminación y unión. Pero también, es evidente que los procesos, como todo cambio se explican no por el punto de partida sino por el punto de llegada; en el punto de llegada en la unión y transformación del alma en Dios, por conocimiento y amor. Noche como expresamente afirma San Juan es medio nunca fin.

-El símbolo Noche no se puede entender solamente como negatividad y privación, este sería el primer aspecto necesario, pero no suficiente, como se desprende de la concepción más global que el propio San Juan tiene del símbolo noche, en sus tres dimensiones

Por tres codas podemos decir que se llama noche este
            tránsito que hace el alma a la unión con Dios:
            La primera por parte del término (de donde) el alma sale
            Porque ha de ir careciendo de apetito de todas las cosas
            del mundo que poesía, en negación de ellas, la cual negación y
            carencia es como noche para todos los sentidos del hombre.
            La segunda, por parte de medio o camino por donde ha de
            ir el alma a esta unión, el cual es la fe, que es también oscura
            para el entendimiento, como noche
            La tercera, por parte del término adonde va, que es Dios, el
            Cual, ni más ni menos, es noche oscura para el alma o, por
            Venir a la divina unión con Dios.

                                    (Subida L.1. c.2.1)

             De este texto se deduce claramente que el símbolo noche aunque tenga contenidos que connotan negación, privación no agotan todas sus posibilidades ya que para San Juan , la Fe y Dios entran dentro de la simbología de la noche marcados positivamente en sí mismos, aunque no para el hombre en esta vida. Además hay que añadir, que la primacía que muchos estudiosos de la obra sanjuanista, influenciados por J. Baruzi, tanto desde la perspectiva místico-ascética, como crítico-literaria dan  al símbolo noche, tiene su fundamento en las famosas nadas de su doctrina ascética, lo que ha motivado ciertas consideraciones tópicas sobre la personalidad presuntamente marcada por la dureza de sus sistema espiritual, ni que se tiene que tal visión de San Juan centrada en la noche y en las nadas tiene escaso fundamento objetivo. En toda la obra sanjuanista, desde los dichos de Luz y Amor hasta Cántico Espiritual hay un claro predominio de las vivencias positivas de la experiencia mística; incluso los famosos versos de las menos famosas nadas nos están confirmando la radical positividad y luminosidad de la simbología sanjuanista. Estos célebres pareados colocados estratégicamente en sentido natural de una ascensión al monte de la perfección. El Monte Carmelo, se caracteriza por su radical positividad, expresada por todo, frente a la nada expresión de la más pura negatividad y oscuridad de la noche:

                                    “MODO PARA VENIR AL TODO.
                                    MODO DE TENER AL TODO. MODO
                                    PARA NO IMPEDIR AL TODO INDICIO
                                    DE QUE SE TIENE TODO

 

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LOS SÍMBOLOS EN LLAMA

La simbología sanjuanista de Llama está íntimamente unida a la experiencia mística y su radical inefabilidad, lo que motiva un uso especial de lenguaje radicalmente insuficiente para comunicarla:

Alguna repugnancia he tenido, muy noble y devota señora
en declarar estas cuatro canciones que vuestra merced me
ha perdido, porque por ser cosas tan interiores y espirituales
para las cuales comúnmente falta lenguaje (porque lo espiritual
excede al sentido) con dificultad se dice algo de la sustancia
porque también se habla mal en las entrañas del espíritu, sino
es con doble espíritu
(Llama, prologo,1)


Porque ésta es la causa por que configuras, comparaciones
y semejanzas, antes rebosan algo de lo que sienten y de la
abundancia del espíritu vierten secretos misterios que con
razones se declaran.
(Cántico, prólogo)

El símbolo tal como se entiende aquí ocupa un lugar nuclear en la prosa retórica de “Llama”. Sólo por él puede comunicarse lo inefable místico y también gracias a él la prosa se modeliza retóricamente. Posee un doble valor teológico y literario, inseparables, pero diferenciados. En su dimensión retórico-estilística, la que nos interesa aqwuí, tiene un lato valor ornamental, es sin duda, el elemento clave del ornatus. Como en las otras obras, Noche o Subida, en torno a él giran todas las demás figuras retóricas, sean de palabra o de pensamiento. Sin tener en cuenta este componente simbólico básico de la prosa es imposible un acercamiento a ella mínimamente coherente.
Vamos a analizar los símbolos de las dos primeras estrofas, que no sirven con lo que se pretende ejemplificar el valor del símbolo en la prosa  sanjuanista de Llama                       

¡Oh llama de amor vica
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
Acaba ya si quieres;
Rompe la tela de este dulce encuentro

La primera estrofa se estructura en función del símbolo llama, que se inserta en uno de los elementos fundamentales de todo cultura: luz-calor.
San Juan de la Cruz en su dinámica de explicitación-comunicación del proceso de transformación mística del alma en Dios en su plenitud total, hace coincidir llama con el Espíritu Santo: ”esta llama de amor es el Espíritu de su Esposo que es el Espíritu Santo”, por lo que todas las propiedades físicas del fuego sintetizadas en la luz y el calor son utilizadas para describir las operaciones del Espíritu en el más profundo centro del alma. La prosa entonces adquiere unos matices estilísticos desbordados y su capacidad de visualizar el proceso místico es notable. La expresión y el contenido forman una unidad que potencian la capacidad persuasiva, fin de la retórica como arte del bien decir. El símbolo llama marcado por la pasividad semántica en su dimensión material (luz, calor) se manifiesta insuficiente para comunicar el grado de transformación mística del alma en Dios por la acción del Espíritu, como fuego interior, dimensión espiritual, por eso el símbolo se va desenvolviendo en ulteriores concreciones simbólicas, menos abstractas, pero más efectivas desde el punto de vista de la expresión retórica; son los símbolos del madero embestido por el fuego y del centro, ambos se aproximan al símil por cuanto tienen la función de dar a la prosa un didactismo con más capacidad de visualización: 

De onde el alma que está en estado de transformación de
amor, podemos decir que su ordinario hábito es como el madero
que siempre está embestido en fuego y los actos de esta alma
son la que nace del fuego de amor, que tan vehemente sale 
cuanto más intenso el fuego de la unión, en la cual llama 
se unen y suben los actos de la voluntad arrebatada y absorta
en la llama del Espíritu Santo.

(
Canción 1ª-4
Canción segunda
¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga
Matando, muerte en vida la has trocado

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            Esta estrofa se estructura en función de tres símbolos, que tanto semántica como funcionalmente, tienen el mismo valor: visualizar, explicando por medio de la analogía, el proceso de transformación iniciado en la primera canción con el símbolo llama , pero al hacerse el proceso más complejo, por ser obra de las Tres Divinas Personas, la simbología , sin perder su dirección inicial, adquiere una transformación, que le va enriqueciendo tanto en su dimensión teológica como retórica.
Estos tres símbolos son: mano, cauterio, toque íntimamente unidos a las Personas Trinitarias: Padre, Hijo Espíritu Santo:


“En esta canción da a entender el alma cómo las
tres personas de la Santísima Trinidad: Padre e
Hijo y Espíritu Santo, son los que hacen en ella está
Divina unión. Así la mano y el cauterio y el toque
en sustancia, son una misma cosa y póneles  estos
nombres, por cuanto por el efecto que hace cada 
una les conviene. El cauterio es el Espíritu Santo
la mano  el Padre, el toque el Hijo. Y así en grandece aquí el alma al Padre, Hijo y Espíritu Santo
encareciendo tres grandes mercedes y bienes que 
en ella hacen, por haberle trocado su muerte en
vida transformándola en sí”
(Llama,  2ª (declaración)

 

El símbolo cauterio presenta una constelación de significados místicos materializados en el  fuego de nuevo la modelación simbólica supera toda conceptualización; las sugerencias y las resonancias emocionales predominan de forma evidente sobre todos los aspectos racionales y lógicos, lo que se traslada de forma directa al estilo que se hace más estructurado y más rígido, los periodos oratorios resultan a veces menos dinámicos

“Que por eso en esta junta llama ella al Espíritu Santo
cauterio, porque así como en el cauterio está el fuego
vehemente y hace mayor efecto que en los demás ignitos
y así el acto de esta unión por ser inflamado fuego de amor
más que todos los otros y por eso le llama cauterio respecto
de ellos. Y, por cuanto este divino fuego, en este caso,
tiene transformado el alma en sí, no solamente siente este
cauterio, más todo ella está hecha un cauterio de vehemente
fuego”  ( Llama 2ª.3)

En esta misma  línea simbólica de fuego está regalada llaga, que remite a depurar más aún el proceso de unión y transformación de llama-fuego. Aquí las bases del simbolismo, materia-espíritu, llama = Espíritu Santo se va estrechando y las correspondencias son más acentuadas; los símbolos iniciales llama-cauterio se han unificado en llaga de amor

“Y para entender cómo sea esta llaga con que
aquí ella habla, es de saber que el cauterio del
fuego material es la parte  do asienta siempre hace
llaga y tiene esta propiedad que si sienta sobre
llaga que no era fuego, la hace que de sea de
fuego. Y eso tiene este cauterio de amor, que en
el alma que toca, ahora esté llagada de otras llagas
de miserias y pecados ahora esté sana, luego la
deja llagada de amor y que las que eran llagas de
otra causa, quedan hechas llagas de amor”

(Llama , 2ª,7)

En esta segunda canción. Oh cauterio suave  el simbolo adquiere nuevos matices; así el fuego material, que fundamenta la simbología de toda la obra y que concreta en la primera canción como llama, con sus operaciones específicas llamear, arder, inflamar; es ahora sustituido por cauterio que  al igual que llama tiene como referente directo el Espíritu Santo; el símbolo cauterio tiene origen claramente bíblico, como la mayoría de los símbolos sanjuanistas, posteriormente matizados por la capacidad asimilativa y creativa del Santo.

BIBLIOGRAFÍA I EDICIONES CONSULTADAS

Obras de San Juan de la Cruz. Doctor de la Iglesia, edit. Silverio de Santa Teresa, Burgos
El Monte Carmelo, 1920.

San Juan de la Cruz: Obras Completas, edic., de Eulogio Pacho, Burgos, El Monte Carmelo,1990

ESTUDIOS GENERALES

ALONSO, D., La poesía de San Juan de la Cruz (Desde esta ladera), Madrid, Aguilar, 1966
HATZFELD, H., Estudios literarios sobre mística española, Madrid, Gredos,1976

LENGUA Y SIMBOLISMO

BOUSOÑO, C., “San Juan de la Cruz, poeta contemporáneo”, en Poesía española. Ensayo de métodos y límites estéticos (Gracilazo, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Góngora, Lope de Vega, Quevedo) 5ª edic., Madrid, Gredos, 1976
MONCHO DUQUE  Mª. J.  El Simbolismo de la noche en San Juan de la Cruz, Salamanca, 1982

TESIS DOCTORAL

GARCÍA MARTÍNEZ,  F., LLAMA DE AMOR VIVA: MODELO DE PROSA. APROXIMACIÓN A UN ANÁLISIS RETÓRICO. (No publicada)

 

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