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ESPONTANEIDAD  Y FEMINISMO EN SANTA TERESA EL CASTILLO INTERIOR”

Nome do Autor: Fidel García Martínez

fgam0007@igijon.com

Palavra-chave: estilo teresiano - escritura - retórica

Minicurrículo: Licenciado em Teologia, Doutor em Filologia Românica (Espanhol), Catedrático de Língua e Literatura.

Resumo: O presente artigo pretende ser uma aproximação à escritura literário-artística de Santa Teresa em El Castillo Interior. Tal objetivo pode parecer em primera aproximação, quando menos surpreendente, porque se algo que Santa Teresa reprovava era a vaidade fundada nas letras e no transtorno da retórica. Ela escreve  sob o mandato da obediência e com pura espontaneidade, sem nenhum plano preestabelecido. Mas esta mulher difícilmente qualificável segundo os estreitos moldes do esteticamente correto a espontaneidade e a frescura dão a seu estilo uns matizes únicos. Isto é o que analisou o primeiro grande crítico teresiano, Fray. Luis de León quando escrevia: " (.....) en las cosas que trata y en la delicadez y claridad con que las trata, excede a muchos ingenios; y en la forma de decir, y en la pureza y facilidad del estilo del estilo y en la gracia y buena compostura de las palabras y, en una elegancia desafeitada  que deleita en extremo, dudo yo que haya en nuestra lengua escritura que con ellos se iguale (....) (Carta-Dedicatoria a las Madres Prioras: Ana de Jesús y Religiosas CarmelitasDescalzas del Monasterio de Madrid en  Obras completas Castellanas de Fray Luis de León, BAC, Madrid, 1944 pp.1349-1358). Toda prudência é pouca, porque detrás de uma escritura simples e clara quase uma conversação feminina, se descobre uma profundidade maravilhosa, esta maior ainda, na obra maior da mística experimental,  MORADAS  o CASTILLO INTERIOR. Nela Teresa de Jesús em sua plenitude da experiência religiosa, sofrida na dura luta das fundações de seus "palomarcicos", sem tempo para escrever e com pouca saúde, obrigada pela obediência, nos deixou uma jóia da literatura onde a escritura feminina e a naturalidade de estilo se fundem em uns símbolos repletos de fecundidade.

Resumen: El presente artículo pretende ser una aproximación a la escritura literario-artística de Santa Teresa en El Castillo Interior. Tal objetivo puede parecer en una primera aproximación, cuando menos sorprendente, porque si algo que Santa Teresa rechazaba era la  vanidad fundada en letras y el trastorno de la retórica. Ella escribe  bajo el mandato de la obediencia y con pura espontaneidad, sin llevar ningún plan  previo. Pero en esta mujer difícilmente calificable según los estrechos moldes de lo estéticamente correcto la espontaneidad y la frescura dan a su estilo unos matices únicos. Esto es lo que analizó el primer gran crítico teresiano, Fray. Luis de León cuando escribía: " (.....) en las cosas que trata y en la delicadez y claridad con que las trata, excede a muchos ingenios; y en la forma de decir, y en la pureza y facilidad del estilo del estilo y en la gracia y buena compostura de las palabras y, en una elegancia desafeitada  que deleita en extremo, dudo yo que haya en nuestra lengua escritura que con ellos se iguale (....) (Carta-Dedicatoria a las Madres Prioras: Ana de Jesús y Religiosas CarmelitasDescalzas del Monasterio de Madrid en  Obras completas Castellanas de Fray Luis de León, BAC, Madrid, 1944 pp.1349-1358). Toda prudencia es poca, porque detrás de una escritura simple y llana, casi una conversación femenina, se descubre una profundidad maravillosa, esta es aún mayor en la obra cumbre de la mística experimental,  MORADAS  o CASTILLO INTERIOR.  En él Teresa de Jesús en su plenitud de la experiencia religiosa, curtida en la dura lucha de las fundaciones de sus palomarcicos, sin apenas tiempo para escribir y con poca salud, obligada por la obediencia, nos  ha dejado una joya de la literatura en la que la escritura femenina y la naturalidad de estilo se fusionan en unos símbolos repletos de fecundidad.


Díjome  quien me mandó escribir, que como estas
monjas de estos monasterios de Nuestra Señora
del Carmen tienen necesidad de quien algunas
cosas de oración las declare, y que le parecía mejor que
mejor se entienden en lenguaje  unas
mujeres de otras
y con el amor que me tienen les haría más al caso
lo que yo les dijese (.......) por esto iré hablando
con ellas en lo que escribiere
“Castillo Interior, Prólogo, 4)

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ESPONTANEIDAD Y ESTILO TERESIANO

            El principio fundamental de la estética literaria en el Renacimiento Español del S.XVI, había sido formulado por Valdés de manera concisa y clara: escribo como hablo.” Intentar que la escritura se pareciera lo más posible a una conversación agradable, amena y sin pretensiones estilistas complejas era ideal al que tendían los escritores más cualificados.

            El tópico de inicio con el que Villalobos encabezaba su obra LOS PROBLEMAS: “este libro se hizo en lenguaje llano, sin retórica ni afectación alguna”, era común en los prólogos de los autores más prestigiosos.  Santa Teresa no sólo va “escribir como habla”, sino que va invertir el orden de los términos de los preceptistas al afirmar: “y por esto iré hablando con ellas (sus monjas) en lo que escribiere ( Castillo Interior, Prólogo 4). Este testimonio es corroborado por todos aquellos que la trataron, quines unánimemente, confesaban que al leer sus escritos se forjaban la ilusión de estar viéndola y oyéndola, porque el habla, el estilo, las propiedades de naturaleza, el candor, la ingenuidad, gracia y viveza que en los escritos veían eran los mismos que descubrían en su conversación y trato frecuente y ordinario. Fray Luis de León, sin duda alguna  uno de los más grandes teresianistas de todos los tiempos formuló  los postulados más significativos de la crítica teresiana, cuando escribía:

                        .....Y no menos clara ni menos milagrosa es la segunda imagen que
                                dije, los libros, en las cuales, sin duda alguna, quiso el Espíritu Santo
                                que la Santa Madre fuese un ejemplo rarísimo. Porque en la alteza
                                de las cosas que trata, y en la delicadeza y claridad con que las 
                                Trata, excede a muchos ingenios; y en la forma de decir y en la pureza
                                y facilidad del estilo y en la gracia y buena compostura de las palabras
                                y en una elegancia desafeitada en estremo, dudo yo que haya en
                                nuestra lengua escritura que con ella se iguale..”           

            El Castillo Interior es difícilmente catalogable en cuanto al género literario convencional, por cuanto rebasa el amplio concepto de ensayo, aun cuando se puedan encontrar muchos de los rasgos de este amplio género. La mismo consideración de tratado espiritual tampoco le puede ser ajeno, aunque pretende notables diferencias con los que tradicionalmente se califican así por su rigurosa estructura escolástica. El matiz autobiográfico tampoco puede ser excluido, aunque quede claramente despersonalizado, aunque con frecuencia  en la obra aparecen expresiones como: “Ya no sé lo que decía, que me he divertido mucho y en acordándome de mí.....” “lo que tengo por experiencia en este estado”. Todo esto no es óbice para que se pueda catalogar  “El Castillo Interior” entre las obras literarias denominadas “del arte del habla” y más específicamente, en las de “conversación y diálogo”

             Esta forma dialogal se puede deducir de las afirmaciones que la propia Santa estampa  en el Prólogo: “...y por eso iré hablando con ellas en lo que escribiere(lo subrayado es mío.   El Castillo Interior es sustancialmente una conversación familiar, redactado a vuela de pluma con el calor de la inspiración y bajo el torrente impetuoso de ideas, sentimientos, emociones, vivencias místicas, que  le vienen a su mente y que ella escribe sin  alardes estilísticos y retóricos:

”..... También se mueve el entendimiento a dar gracias muy compuestas, mas la voluntad con sosiego, con un no osar alzar los ojos como el publicano, hace más hacimientos de gracias que cuanto el entendimientos con trastornar la retórica ( El subrayado es mío) ( Vida , XV, 9)

            Nos encontramos ante una charla conventual como la que acostumbran a tener las monjas Carmelitas Descalzas en sus pláticas espirituales y recreativas. Teresa de Jesús es la solícita Madre Superiora que va exponiendo a sus monjas los grandes misterios de la vida espiritual y mística. Ellas ponen objeciones, dudas, disienten, se admiran, no entienden tan altas experiencias y Teresa con  paciencia maternal les da luz, les clarifica misterios utilizando las figuras retóricos de los símiles, alegarías tomadas del mundo natural más perceptible por ellas ( aguas, flores, mariposas, gusanos, castillo, ejércitos, guerreros, estados civiles, matrimonio, noviazgo, juegos de mesa  como el ajedrez etc., etc.)

            Los elementos del estilo directo, indirecto los formas verbales del decir son continuas: Podrase decir...”Antes que pase adelante os quiere decir...” “ahora vengamos a hablar...” “habéis de notar...” mas advertid muchos, hijas..” podréis  decir..” etc.etc. Estas citas tomadas entre otras muchas demuestran que podamos hablar de una auténtica conversación familiar  con estructura  dialogal, subyacente en todo  “El Castillo Interior”

             El carácter dialogal-conversacional de toda comunicación oral o escrita ha sido puesto de relieve por las más actualizadas teorías lingüísticas. En todo acto de comunicación intervienen un emisor, un receptor,  código y unos mensajes, entre otros elementos pertinentes y significativos. Teresa de Jesús ha estructurado un mensaje fundamentado en los valores místico-sobrenaturales, tal como han sido experimentado por  ella. Este mensaje es modulado como un coloquio conventual que por obediencia ha sido codificado en forma escrita y  va destinado a unos interlocutores claramente diferenciados  las monjas carmelitas (sus hijas como cariñosamente y con propiedad espiritual las llama la Santa), aunque potencialmente y teniendo en cuenta la teoría del lector implícito  todo lector potencial puede actuar como interlocutor. El código de la lengua se fundamenta en la connotación, con un plus de significación abierto a la plurisignificación e incluso a la ambigüedad.

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ESCRITURA Y FEMINIDAD

  Santa Teresa tiene bien presente al receptor a quien va dirigido el mensaje. Se aviene a su falta de letras, conduce la prosa  por un sistema de comunicación muy concreto. Teresa, además, dirige su mensaje a dos receptores claramente diferenciados:  

a) De una parte a “quien me mandó  escribir”. Estos receptor, confía la autora van a entender no siempre mejor que ella sus propias palabras: “..cuando esto se os diere a leer si estuviera para que se vea, después de vistos los letrados” En esta comunicación cumplida por obediencia. “...pocas cosas que me ha mandado la obediencia”, Manifiesta su dificultad para conducirse por un sistema normativo para el que no está preparada técnicamente, pues como afirma: “¿para qué quieren que escriba? Escriban los letrados que han estudiado, que soy tonta y no sabré lo que me digo y pondré un vocablo por otro, con lo que haré daño”

             b) Se le ordena que escriba para mujeres: “díjome quien me mandó escribir, que como estas monjas de estos monasterios de Nuestra Señora del Carmen....” (Prólogo , 4) Para estas monjas no letradas que en su ascenso espiritual necesitan la comunicación de la Madre Fundadora y que se constituyen en receptor primordial, Teresa sabe que necesita un nivel y registro de lengua que sea fácilmente decodificado:”... y que le parecía que mejor se entienden el lenguaje unas mujeres de otras” (Prólogo, 4) 

            Así  la mujer Teresa de Jesús tendrá que expresarse como mujer que se dirige a otras mujeres e incluso descender a un plano inferior que alcance un nivel de comunicación efectivo y preciso. Desde su primera persona, desciende a ese receptor colectivo para el que le han mandado escribir. 

            Así pues, la relación entre el emisor (mujer) y estos destinatarios primordiales (otras mujeres) se halla explicitada a lo largo de El  Castillo Interior  con continuas referencias a la mutua feminidad. Teresa va el encuentro de sus monjas, mejor está con ellas, las tiene presente casi físicamente según va escribiendo. Todo esto otorga al mensaje un plus de afectividad  y ha quedado normalizado en torno a los pautas lingüísticas del diálogo  en el que los aspectos subjetivos y emocionales han eclipsado aquellos más teóricos o puramente formales mucho más impersonales, como se puede ver en los tratados  de ascética y mística.

           
La posibilidad de intervenir en el discurso propia del auténtico diálogo está siempre presente. Esta posibilidad surge cuando el hilo de la comunicación queda interrumpido cuando las dudas o la incomprensión de lo que se está contando  impide la comprensión adecuada. La misma autora se interrumpe cuando prevé que su pensamiento resulta difícil de seguir  y/o comprender.

             Podemos afirmar como conclusión, que Teresa de Jesús no escribe, sino que habla por escrito y precisamente este hablar escribiendo como dice  D. Ramón Menéndez y Pidal, hace que: “el hervor de la sintaxis emocional rebase en cada momento los cauces gramaticales ordinarios”

             Gerardo Diego ha visto muy bien el carácter coloquial de la prosa teresiana y particularmente la de El Castillo Interior cuando escribe:

                         “Si abandonamos el prejuicio gramatical y nos entregamos al goce
                        espontáneo y directo de su “charla”, habremos de concluir que nunca
                        se ha escrito con tanto sabor y gracia tan divinamente femenina

                  Santa Teresa ocupa un lugar singular en la evolución de la prosa hispánica al conseguir amoldar el romance castellano y prepararlo para comunicar los profundos procesos de la experiencia mística, algo impensable antes de ella. La contribución al desarrollo de la Lengua Española por parte de Santa Teresa en el siglo XVI fue decisiva; esto lo consiguió desde una escritura típicamente femenina fundamentada en la naturalidad y espontaneidad: ir hablando en lo que escribiere sin trastornar la retórica.

BIBLIOGRAFÍA 

OBRAS DE SANTA TERESA

“Obras completas de Santa Teresa de Jesús”. Texto fijado por los PP. Efrén de la Madre de Dios y Otger Steggink, ABC. Madrid, 1974

“Teresa de Jesús. Doctora de la Iglesia Universal. Obras Completas” Texto revisado y anotado por  Fr. Tomás de la Cruz C.D. 3ª edición. Burgos. Editorial  “El Monte Carmelo” 1982

DIEGO, GERARDO. Apr. “Historia de la Literatura Universal” (P. Bustamante), p.572

GARCÍA  MARTINEZ, F., El Arte literario de Teresa de Jesús en “El Castillo Interior” - (Tesis de Licenciatura no publicada)

LUIS DE LEÓN, Carta-Dedicatoria a la Madre Ana de Jesús y Religiosas Carmelitas Descalzas del Monasterio de Madrid. Obras Completas Castellanas de Fray Luis de León, Introducción y Natas del P. Félix García OSA. BAC, Madrid,1 944

MENÉNDEZ  PIDAL, R., “La Lengua de Cristóbal Colón. El Estilo de Santa Teresa de Jesús y Otros Ensayos”, 4ª Edición, Madrid, Espasa - Calpe, 1958.

 

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